La edad es un problema de diversidad, debemos ver la diversidad como un plato grande de ensalada, lleno de vegetales coloridos y vibrantes, cada uno con nutrición y sabor, que podemos mezclar y combinar con el aderezo para que coincida con nuestros gustos, es decir, objetivos.
Mezclar las generaciones en el lugar de trabajo tiene sus ventajas y sus desafíos, ya que cada generación tiene sus propias fortalezas y habilidades que aportan al lugar de trabajo.

Al aceptar y abrazar a personas de diferentes edades en un entorno profesional, los empleadores pueden fomentar una cultura inclusiva y productiva, algo de lo que cualquier organización de cualquier tamaño puede beneficiarse. Con diferentes experiencias, habilidades y talentos para aprovechar, las empresas con una fuerza laboral diversa en edad tienen la oportunidad de acelerar las innovaciones en ingeniería y compromiso del consumidor y, por lo tanto, impulsar el crecimiento de una organización y su gente.